PRÓXIMA PARADA

 

Ambos teníamos el día libre, así que decidimos pasarlo en Madrid. Optamos por el transporte público porque aparcar en la capital es realmente complicado. El vagón estaba lleno de gente, pero a mí no me importaba, ya que eso me permitía tenerlo más cerca. Nos acomodamos como pudimos en un rinconcito del vagón, ya que aún teníamos varias paradas por delante. La multitud hizo que nuestros cuerpos se acercaran tanto que apenas había espacio entre nosotros. No dejábamos de mirarnos. Él me susurró:
- Deja de mirarme así.
- Quiero besarte.
- No.
- Bésame.
- No.
Ambos éramos conscientes de que, si juntábamos los labios, no podríamos detenernos. 

Me giré, y con el movimiento del tren, mi culo rozaba su entrepierna, disfrutaba notar como se excitaba. Mi cadera se movía de vez en cuando, presionándole la polla . Sentía cómo palpitaba, su pantalón comenzaba a quedar ajustado. Sonreí cuando me atrajo más hacia su cuerpo, abrazándome con fuerza cruzando sus brazos sobre mi pecho..... Pero lo que vino después fue inesperado.

Comenzó a acariciar mis pezones con sus pulgares. Mi corazón latía rápidamente al notar cómo mi respiración se alteraba. Me hizo girar hacia él.
Me atrajo todo lo que pudo y metió su mano entre nuestros vientres, comenzando a subir mi vestido.
- Sshhh - me susurró.
Intentó apartar mi tanga con los dedos. No sabía si lo hacía a propósito, pero ese juego de sus dedos rozando mi coño y soltando el tanga estaba encendiéndome de deseo. No tenía idea de cuánto podría soportar.
- Ufff, lo tienes listo para follártelo
Bajé la vista, incapaz de sostener su mirada, asombrada de que estuviéramos haciendo eso rodeados de tanta gente. Por un lado, eso me excitaba y me ponía muy caliente, pero por otro, también me generaba nervios, sentía vergüenza.
- Mírame.
Comenzó a estimular mi clítoris, moviendo su dedo con caricias suaves, lentas, rápidas; esos movimientos me llevaron al borde del placer. Apoyé mi cabeza en su pecho, consciente de que estaba alcanzando el clímax.
Cuando sintió que mi cuerpo se relajaba, volvió a colocar mi tanga en su lugar y el vestido también. Se chupó ese dedo para saborear mi esencia y me besó.

Olivia 💙