SU HOGAR

 

Lo que menos quería era permanecer en su hogar. Me encontraba en una situación incómoda. Él reiteraba que no había motivo para preocuparse, que íbamos a estar a solas, que no existía riesgo alguno. Pero no era esa la cuestión, era la cercanía de su familia lo que me incomodaba.
No dejaba de abrazarme para que lograra relajarme.
Salimos al jardín para darnos un chapuzón. Comenzó a salpicarme con agua, a hacer tonterías para que pudiera relajarme, y al final lo consiguió.
Esos juegos nos llevaron a abrazarnos, acariciarnos y a besarnos.
Me empujó contra la pared de la piscina y empezó a besarme. En esos besos percibía un gran deseo y una intensa pasión.
Me desabrochó la parte superior del bikini y empezó a besar y lamer mis pechos. Succionaba mis pezones, daba pequeños mordiscos que provocaban en mí un gran placer.
Me levantó y me colocó en el borde de la piscina. Abrió mis piernas y comenzó a lamer mis muslos. Apartó el bañador y deslizó su lengua sobre mis labios húmedos, bañados en agua y en mi sabor, comenzando a explorar con su lengua mi interior.
Me quitó la braguita del bikini para poder saborear mi intimidad. Me estaba devorando mi sexo; moría de placer al sentir su cabeza entre mis piernas, su boca en mi coño, su lengua acariciando mi clítoris.
Alcancé el clímax, experimenté un placer como jamás antes.

Olivia💙