EL FESTIVAL

 

Se acercaba el día del festival en el IFEMA,  es un festival que hacen todos los años pero iba a ser especial porque por fin nos juntamos todas las amigas y además tenía posibilidades de verle ya que él iba asistir.

Unos días antes me comentó que sus planes se venían abajo, habían operado a un familiar y tenía que cuidarlo. Que disfrutara y que ya nos veríamos.

Me vine un poco abajo, nos veíamos muy poquito y de saber que ese día tampoco podía ser aunque fuera un ratito, me puso un poco triste.

Llegó por fin ese día, estábamos en el parking, tomándonos unas cervezas antes de entrar. Le recordé y decidí escribirle.
-Hola guapo, como estas?
A los pocos segundos me contesta: -Bien, tomando algo con los colegas antes de que  entren al festival. Y tú?
-Estas aquí? Yo también estoy con las amigas tomando algo
-Sabes que no he podido olvidar el día de la notaría. De pensarlo se me pone la polla dura .
- Siiiiii, me lo has dicho muchísimas veces, pesado.!!!
-Tengo muchas ganas de verte. Quieres que nos veamos un momento antes de que entres.
-Claro que si.

Me moría por verle, sé que él también y que había hecho lo imposible por escaparse a ver a los amigos pero también a mi.

-En 15 min me despido de los amigos y te espero en la zona del parking donde la zona roja.

-Alli te veo, le respondí.

Estaba apoyado en su coche. Era verle y me temblaba el cuerpo y él lo sabía.

Ya tenía esa sonrisilla lo podía apreciar aún la distancia que nos separaba. El camino hasta llegar a él se me estaba haciendo eterno, así que aceleré el paso y sin más le abracé.

Me encantaba cuando me abrazaba y me susurraba al oído- Hola rubia!!!. No lo pienses y hazlo.

Y así hice, le empecé a besar, a comerle la boca, con ganas, con pasión. Me excitaba sentir nuestras lenguas juntas ese baile dentro de nuestras bocas.
Me agarraba el culo, lo apretaba.

Nos metimos en su coche se nos estaba yendo de las manos.
Esos besos, esos lametones en el cuello, esos pequeños mordiscos, esas manos acariciándonos, provocaron tal excitación que había que terminarlo.

En la parte de atrás del coche me puse encima de él. Le gustaba sobarme los pechos.

-Sabes que dicen que si tocas unas buenas tetas te alarga la vida. Tú ya debes de ser inmortal gracias a mí. De nada Ehhh!, le dije

Se reía y no paraba de darme besos a la vez.

-Me encantas y no por tus tetas y lo sabes.

Terminó quitándome la camiseta, subiendo mi sujetador y dejando mi pecho al descubierto.
Los juntó con sus manos y empezó a lamer, besar y succionar mis pezones.

Estaban todos los cristales empañados del calor que desprendíamos, no éramos conscientes que había gente pasando al lado del coche. Solo estábamos él y yo, no importaba nada, ni nadie.

Mientras estaba comiéndome las tetas, noto que empieza a bajarme las mayas, sabía que deseaba lamerme el coño y yo más de sentir su lengua ahí.
Le ayudo a quitarme las mayas, me quito el tanga, me siento y me abro para él.
Aún recuerdo su primera lamida despacio recorriendo toda mi zona húmeda.
No sé cómo podía provocarme ese chorreo, esa humedad en mi.
Introdujo sus dedos en mi interior, mientras con su lengua estimulaba mi clítoris.
Sus dedos resbalaban muy bien entrando y saliendo de mi vagina. Su lengua seguía jugando en mis pliegues.
Mis gemidos le empiezan avisar que estoy llegando a mí climax y hace porque sienta más.

-Me corro, susurré.

No paró de comérmelo hasta que mi coño dejó de palpitar y de chorrear.

Deseaba darle su placer. Me ponía impedimentos, lo hacía para hacerme rabiar y lo conseguía.

Le desabroché como pude el pantalón, saqué su polla empalmada, muy dura, la acaricié y empecé a comérsela.

Podía notar que le encantaba ver desaparecer su polla en mi boca mientras le miraba y eso me excitaba de saber que le gustaba.

No aguantaba más, no quería correrse en mi boca.

-Quiero follarte me dijo.

El con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, yo medio desnuda, sacó un condón, se lo puso y me la introduje de un solo empuje.
Empecé a moverme con toda su polla dentro de mi. Cada vez nuestros gemidos eran más intensos, igual que nuestros movimientos.
Estaba a punto de correrme y sé que él estaba aguantando a que yo llegara de nuevo a tener otro orgasmo.
Me agarró la cabeza contra la suya y empezó a besarme con fuerza, mientras algún gemido se nos escapaba de nuestras bocas. Notó mis contracciones en su polla, y a continuación siento su polla bombear dentro de mi.

Permanecimos unos segundos con nuestras frentes apoyadas, mirándonos, su polla aun dentro de mi, hasta recuperar las pulsaciones.

Nos limpiamos, vestimos...y justo cuando me iba a bajar del coche dice....

-Mira Olivia!!, y dibujó en el cristal empañado una carita sonriente como mi tatuaje. 

Olivia 💙