TODOS FUERA, MENOS TÚ

 

Iba a haber una colaboración entre nuestras empresas. Allí estaba de pie en aquella gran sala observando como nos íbamos acomodando en los asientos todos los asistentes. Solo yo estaba en representación de mi empresa.

Le miré disimuladamente y le sonreí

-Buenos días, dije

-Buenos días, contestó.

Comenzó a explicarnos en que consistía el nuevo proyecto. Le miraba fijamente en cambio él tenía que disimular aunque la mayor parte del tiempo su mirada se cruzaba con la mía.

Me puse recta, bien sentada en la silla, descrucé mis piernas y las abrí un poquito.

Enseguida se percató de mi movimiento.

-Por favor, señoras, señores, nos pueden dejar un momento a solas a Olivia y a mi. Dijo muy seriamente.

Dios mío que hace?, que dice?. No podía parar de mirarle. No entendía. Me bloquee, mi cuerpo no reaccionada, me puse nerviosa, excitada, deseada...Se erizó mi piel de saber que me quedaba a solas con él y no sabía que iba a pasar a continuación. Un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo.

-Levántate! me dijo cuando se encontraba tras de mi. No te gires!. Mira al frente!

Obedezco a todo lo que me pide.

-Miedo a ser castigada? me dice muy bajito.

Noto su respiración en mi oreja y a continuación me susurra.

-Te noto nerviosa

-Y si entra alguien? logro decir.

-No entrará nadie hasta que yo no lo ordene.

Me acarició el pelo, el cuello, empezó a recoger todo mi cuerpo bajando sus manos poco poco hasta mis pechos.

Sentía mi corazón revolucionado, mi cuerpo temblaba y empezaba a sentirme más y más excitada. Se encontraba tan pegado a mi que pude notar su polla palpitar dentro de su pantalón.

-Uff me vuelve loca este perfume y lo sabes.

Recorrió mi cuello con su lengua mientras, con su nariz aspiraba una y otra vez mi aroma.

Seguía acariciando todo mi cuerpo, subiendo y bajando mi vestido. Abrí un poco las piernas quería facilitarle el acceso.

-Shhhh quieta Olivia. Date la vuelta me ordenó.

Nos miramos, sus ojos delataban que me deseaba mucho. Su polla estaba más y más dura podía apreciar ese bulto cada vez más grande apretar su pantalón.

Su excitación me llamaba la atención. Se percató que deseaba una nueva orden y sabía cual era. Volví a mirarle la entrepierna.

-Que me mires!!!, he dicho.

Ansiaba por verla, por olerla, por lamerla, por tocarla. Me excitaba muchísimo saber que esa reacción en su cuerpo era por mi.

Cogió mi cuello con cierta tensión, sin dañarme. Mi excitación creció al sentirme dominada. Pasó su dedo pulgar por mis labios, se lo chupé, imaginándome que era lo que ansiaba tener en mi boca.

-Pídemelo!!!, ¿dime que deseas Olivia?

Un rubor asomó en mis mejillas.

-Déjame comértela.

-Esta bien. Desabróchame el cinturón y dámelo. Voy atarte las manos a la espalda. No te dolerá pero jugarás a mi ritmo.

Fijó mis manos a mi espalda, se desabrochó el pantalón y lentamente la sacó.

Estaba muy excitado, su polla estaba muy empalmada, sus venas se encontraban hinchadas.

Me moría por empezar a comérsela.

-Arrodíllate y cómemela, me ordenó.

Saque mi lengua y comencé a recorrer con ésta desde los huevos hasta la punta de su polla, sin parar de mirarle a los ojos. Varias veces hice ese recorrido lentamente, lamiéndola, saboreándola. Introduje su capullo en mi boca, jugaba con este en el interior de ella. Lo succionaba. Movía mi cabeza hacia delante y hacia atrás, introduciéndola poco a poco más y más dentro de mi.

Sus ojos delataban que le gustaba ver su polla entrar y salir. Le estaba gustando ver como mi pequeña boca era follada.

Tomó de nuevo el control. Me agarró del pelo con fuerza y empezó a mover mi cabeza con movimientos suaves pero siendo cada penetración cada vez más intensa, más profunda. Me deleitaba en cada una de ellas, forzó mi garganta, me ahogaba, mis ojos estaban vidriosos, alguna lágrima me resbalaba por las mejillas, una arcada se me escapó. Se encontraba empapada de mi saliva, la sacó, pude respirar, le miré y continué saboreando esos fluidos nuestros.

-Para!! Me levantó, me besó con fuerza. Algún gemido se escapó de mi boca, la humedad entre mis piernas aumentaba cada vez más y más.

Mientras me besaba sus dedos fueron a parar a mi coño. Los introdujo, resbalaban muy bien en mi interior.

Desabrochó mis manos, sin parar de besarme suavemente. Otra vez apareció ese temblor por todo cuerpo.

Me acostó sobre la mesa, me hizo apoyar mi torso en ésta, me ladeó la cabeza, me abrió las piernas, me subió el vestido, bajó mi tanga a media pierna y...

-No quiero que te muevas. ¿Has entendido?. 

Se agachó, ahora era él quien estaba de rodillas. Me olió acariciando mi culo, pequeños mordiscos sentía en mis nalgas. Me estaba volviendo loca, sentía más y más deseo de él.

Introdujo su cara en esa zona, su zona favorita. Su lengua chupaba, lamía desde mi clítoris hasta mi culo. Hacía ese recorrido despacio, deleitándose en cada zona de mi interior. Juega haciendo pequeños círculos en mi ano.

Me come, de nuevo el coño, su mayor placer.

Pasaba una y otra vez su lengua por mis pliegues, saboreaba mis labios, mi clítoris.

Me encontraba empapada, notaba como chorreaba. Lamía mis fluidos como un trofeo ansiado.

Mis gemidos se escuchaban más y más intensos, tanto que tuve que morder mi  mano para no dejarles escapar. 

Introdujo sus dedos dentro de mi y empezó a penetrarme con estos. Cuando estaba a punto de alcanzar mi climax.

-Date la vuelta!!! ordenó. Me giré y le veo lamerse sus dedos impregnados de mi.

-Túmbate en la mesa!! A continuación me quitó el tanga.

-Muéstrate para mi.

Abrí mis piernas, puse mis manos en mi coño y se lo abrí, mostrándoselo.

Me lo comió con ansia, lo saboreaba con muchas ganas, le podía oír gemir, quería más. No dejaba que me moviera ni un milímetro. Su lengua continuaba impregnándose de mi esencia. Un gemido ahogado se me escapó, mi vagina empezó a palpitar y más fluido corría desde mi interior.

Le observo relamerse

-Me encanta dice

Se terminó de vestir y...

-Continuemos con la reunión.

-Y tú? le dije

-Quería relajarte, te notaba tensa. Tenemos trabajo.

Me quedé extrañada, con otros tíos con los que había estado buscaban también su placer.  No entendía el recibir placer dándoselo a otra persona.

-Señores, señoras podemos continuar. Hay mucho trabajo que hacer.

-Dios mío y mi tanga dónde está!!!

Olivia 💙