Mi entorno empezaba a comentar que 煤ltimamente me ve铆a m谩s guapa, m谩s alegre de lo habitual. Yo no daba una respuesta directa, aunque en mi interior conoc铆a muy bien la raz贸n: era esa aventura que estaba viviendo.
Dos desconocidos que se env铆an mensajes en secreto, que a veces se llaman y charlan en susurros para evitar ser escuchados, y que finalmente deciden encontrarse. Hoy quiero compartir c贸mo fue la primera vez que nos vimos. 脡l estaba desesperado por conocerme; me confesaba que lo ten铆a loco, que no pod铆a concentrarse y que incluso lo pasaba mal cuando solo pod铆a escribirle sin escuchar mi voz. Me aseguraba que nunca hab铆a estado tan atento a su m贸vil. Yo entend铆a perfectamente a qu茅 se refer铆a porque, sinceramente, me sent铆a igual de atrapada por esa conexi贸n tan intensa. Ese d铆a decid铆 que solo tendr铆amos dos horas; fue intencional. Aunque por dentro me mor铆a de ganas de pasar todo el d铆a con 茅l, prefer铆 que todo fuese poco a poco, dejando que ese deseo y las ganas crecieran a煤n m谩s con el tiempo....aunque todo lo que ocurri贸 no era lo que esperaba.
El cuerpo entero me temblaba, el coraz贸n me lat铆a como nunca antes. Jam谩s en mi vida me hab铆a sentido tan nerviosa. Ten铆a miedo de que las palabras se quedaran atrapadas y terminara pareciendo una tonta. Pero cuando finalmente nos encontramos, comenzaron esas risas nerviosas, esa complicidad inesperada...y entonces nos abrazamos. Fue un abrazo que no solo calm贸 los nervios, sino que tambi茅n dej贸 una conexi贸n m谩s profunda entre nosotros. Ese momento trajo consigo una mezcla de sensaciones; el roce, el calor y nuestros olores, esos aromas 煤nicos que se quedan grabados para siempre. Porque cuando vuelves a recordarlos, es como si recargaras la energ铆a que daba aquel instante. pero el abrazo lleg贸 a su fin, y al separarnos cruzamos nuestras miradas. En sus ojos brillaba algo especial, una chispa; su sonrisa, marcada y sincera, adelantaba lo inevitable; iba a besarme. Sus manos buscaron mi rostro de manera suave, y luego lleg贸 el beso. Fue lento, lleno de intensidad, como si el tiempo se detuviera por completo. Tal fue la conexi贸n que hasta peque帽os gemidos escaparon en medio de tanta emoci贸n desbordada.
Nos necesit谩bamos. Me estrechaba m谩s y m谩s hacia 茅l, como si intentara borrar cualquier espacio entre nosotros. Sus besos se volvieron intensos, cargados de una pasi贸n desenfrenada. Sent铆 que mi cuerpo ya no era m铆o, no ten铆a el control, era como sino me perteneciera. Olivia, con la voz apenas perceptible, me murmur贸 al o铆do: necesito follarte, sentirte.
Nunca habr铆a querido que nuestra primera vez ocurriera en ese ba帽o; habr铆a preferido un lugar especial.
No prestamos atenci贸n a las dos chicas que estaban en ese ba帽o de mujeres hablando mientras es lavaban las manos. Aunque pude apreciar preciar sus expresiones de sorpresa al ver a una chica y a un chico entrando apresurados, agarrados de la mano.
Cerramos la puerta y nuestras bocas se encontraron de manera apasionada mientras mis manos desabrochaban su pantal贸n. Con un movimiento firme, me gir贸, presionando mi cuerpo contra la puerta. Sus labios recorr铆an los m铆os levantaba mi vestido y apartaba el tanga con determinaci贸n.
Me encontraba profundamente excitada, mi humedad se intensificaba en cada beso, caricia, peque帽o mordisco que sent铆a en mi piel. Y me penetr贸, su polla entr贸 dentro de mi de un golpe fuerte. La sent铆a en mi interior grande, firme Su movimiento entrando y saliendo de mi era suave, se deslizaba por mi humedad, pero cargada de intensidad, alimentada por la fuerza con la que expresaba su deseo. Respiraba profundamente, intentando contenerse debido al lugar en el que est谩bamos, aunque al final ambos nos dejamos llevar. Nos daba igual que nos oyeran follar.
Me follaba con urgencia, con una mezcla de rabia y pasi贸n desbordante. El sonido de su cuerpo impactando contra el m铆o, la forma en sus manos apretaban con firmeza mis caderas mientras me invad铆a una y otra vez con sus ansias incontenibles, desencaden贸 en mi un orgasmo tan intenso como no hab铆a experimentado en mucho tiempo. El calor dentro de m铆 se increment贸 mientras sent铆a su cuerpo estremecerse; not茅 como su semen llenaba lo m谩s profundo de mi ser. Sin pausa, me gir贸 y me coloc贸 frente a 茅l. Apoy贸 su frente contra la m铆a, me di贸 un beso breve y cargado de emoci贸n en mis labios. Fue entonces cuando susurr贸 aquello que me estremeci贸 a煤n m谩s: Te Quiero.
Olivia 馃挋